Conducir mal pasa factura. Averías asociadas a manías al volante.

Conducimos mal. Y lo sabes. No, no empieces con eso de «No, pero yo…» «Yo conduzco muy bien…» «Aprobé a la primera…»
Vale sí, que puede que no conduzcas mal, que puede que aprobaras con matrícula de honor… Pero a día de hoy los españoles compartimos una serie de manías al volante y TODOS, las hacemos mal. Podríamos fundar un club de manías al volante, y sería el club más numeroso del mundo.
Por ello existen clases de reciclaje del carnet de conducir, para que controlemos esas manías y aprendamos a conducir de forma más segura.

Manía nº1: la mano en la palanca de cambios
Más que una manía extendida, es que nos creemos que se conduce así, ¿o no? Pues no, nuestra mano, aparte de que debería estar en el volante, al posarse sobre la caja de cambios ejerce presión sobre sus mecanismos internos, desgastándolos más rápido y provocando holguras. Aparte de que es peligroso no llevar las dos manos sobre el volante, ¿sabes cuánto cuesta de media reparar una caja de cambios? de 1.500 para arriba, así que tú sigue, sigue.

Manía nº2: pisa embrague, que está en rojo
Mantenemos el embrague a tope durante las pausas de los semáforos en rojo. Y me pregunto yo, ¿para qué? Para cargarnos el tobillo, y para producir fricciones en los mecanismos internos que afectan al mecanismo del sistema, concretamente al disco. Esta avería nos puede costar unos 700€

Manía nº3: el embrague a medias
Pisamos el embrague a medias cuando estamos en una pendiente, puede que por manía, puede que por miedito, pero lo hacemos. Esto, aunque no lo creas, daña el embrague, una de las piezas más caras y delicadas del coche. En estos casos lo que se aconseja es, o bien cambiar rápidamente entre freno y acelerador, o apoyarnos en el freno de mano, pero medio embrague, no, no, y no.

Manía nº4: marchas largas para ahorrar
Todos conocemos la ley esa de «hay que conducir en la marcha más larga posible para ahorrar». Bien, tenemos que fijarnos en la palabra «posible», porque por ejemplo, subir una pendiente en marcha larga con el acelerador pisado a fondo no es bueno ni para el consumo, ni para el coche, porque podemos dañar la junta de la culata, los casquillos de bancada, el pie de biela…

Manía nº 5: el pie reposando sobre el embrague
Aunque no lo apretemos ni un poquito, solemos dejar el pie apoyado en el embrague. ¡Mal! Así lo único que hacemos es quemarlo, aunque no lo creas.

¿Conocías todas estas malas prácticas? Puede que sí, pero, ¿sabías el gasto en averías que podía conllevar? No, ¿verdad? Nosotros lo sabemos gracias a las clases de reciclaje del carnet de conducir de Aoutoescuela Lara, que, junto con Urbancheck, te propone las clases de reciclaje más baratas del mercado:

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